¿Eléctrico o manual? ¿Redondo o rectangular? ¿De cedras duras o blandas? ¿Grande o pequeño?
¡Hoy despejamos todas tus dudas!
💠Manual o eléctrico
🔹Según estudios los cabezales redondos eléctricos pueden llegar a eliminar hasta un 11% más de placa que los cepillos manuales.
🔹Sin embargo, para las personas con problemas de encías, dientes flojos o sensibilidad, las vibraciones pueden ser molestas e, incluso, dolorosas. En estos casos, un cepillo manual, siempre que tengamos la técnica adecuada, puede ayudarnos a controlar la presión sobre los dientes.
💠Duro o suave
🔹Uno de dureza alta solo es aconsejable en los casos en los que, tras cepillarnos los dientes con uno de intensidad suave, tengamos la sensación de que la limpieza no ha sido efectiva o sufrimos de sarro.
🔹Debemos tener cuidado porque pueden hacer que las encías retrocedan y dañar el esmalte de los dientes.
💠Forma redondeada o recta
🔹Ambas son igual de efectivas aunque, independiente de la forma, lo más aconsejable es optar por los cepillos que tienen las cerdas del mismo tamaño y, si es posible, en forma redonda porque ofrecen una mayor protección a la hora del cepillado.
💠Mango antideslizante o normal
🔹Los mangos antideslizantes de silicona, por ejemplo, suelen ser un buen punto de partida porque tienen un agarre más cómodo y seguro, sobre todo si tenemos las manos mojadas.
💠Cabeza pequeña o grande
🔹Es importante elegir un cabezal que se adapte bien al tamaño de nuestra boca, por lo que, si tenemos una boca pequeña, es preferible un cabezal pequeño.
🔹Un cepillo demasiado grande, en cambio, no podrá llegar a la parte posterior de los dientes y la boca, donde pueden propagarse las bacterias.
