Las endodoncias se realizan para poder salvar un diente que se encuentra infectado, con la pulpa afectada o cuando es necesario para una futura restauración. Esta práctica permite que el paciente obtenga una dentadura saludable y una sonrisa completa, además de aliviar el dolor producido por la infección.
Como es normal, es entendible sentir nervios antes de la intervención, pero en este artículo compartiremos información que alivie ese sentimiento previo despejando dudas.
Realizar una endodoncia no debe doler. Recuerda que las técnicas actuales son más modernas que antaño y el procedimiento es más rápido y menos invasivo.
Otro de los pensamientos reconfortantes que debes tener en cuenta es que la endodoncia aliviará el dolor de la infección ya que el especialista estará curando tu diente. Y en caso de que después del procedimiento aún sientas dolor, existen medicamentos como el ibuprofeno que aliviarán esa sensación los primeros días.
En adición a todo esto, el objetivo de la endodoncia es el de salvar el diente. Así que, si se mantiene una higiene y un mantenimiento adecuado, la pieza perjudicada puede durar toda una vida.
Por último, unos consejos. Si ya pediste cita con tu especialista y te duele la boca, un remedio casero a este problema es enjuagarte con agua caliente y sal varias veces al día. Este enjuague eliminará las bacterias que se encuentran en el área dolorida y calmará el escozor hasta que llegue el día de la intervención.
Si este método no funciona, es recomendable tomar un analgésico-antiinflamatorio, como puede ser el ibuprofeno, para poder sobrellevar el dolor que puede causar esta infección.
Ten un buen sueño la noche antes de la endodoncia. Esto aliviará tus nervios y reducirá la ansiedad que puede provocar esa situación. Además, dormir bien hará que tengas las ideas más claras.
